“A través de la crianza respetuosa, se busca criar a los niños de manera amorosa, teniendo en cuenta y comprendiendo las diferentes etapas de desarrollo en las que se encuentran. El enfoque se centra en priorizar el bienestar emocional de los niños a largo plazo.
La crianza respetuosa ofrece una oportunidad única para establecer vínculos fuertes y amorosos con nuestros hijos, promoviendo su crecimiento y desarrollo de una manera positiva. Al practicarla, les brindamos las herramientas necesarias para convertirse en adultos seguros, empáticos y responsables. ¡Descubre el poder transformador de la crianza respetuosa y comienza a crear un hogar lleno de amor, respeto y armonía familiar!” Psic. Angela Cecilia Alcala Villanueva

“En esta edad los niños toman conciencia de su presencia en el mundo. Comienzan a decir “Yo” con más frecuencia y aprenden a “etiquetar” (no comprender aún ) lo que sienten. Se están entrenando para expresar emociones básicas como la tristeza, alegría, miedo, enojo, sorpresa o asco.” Psic. Alejandra Zertuche Rodríguez
“Seguimos en un periodo de exploración. El desarrollo del habla es más elaborado. Se despierta la curiosidad del ¿Por qué? De lo que los rodea. La paciencia en los papás es clave para que los niños puedan cubrir todas sus dudas, si los papás se irritan o enojan y responden de manera agresiva o evasiva, los pequeños pueden presentar personalidad introvertida, y dejar de compartir sus dudas por miedo a la respuesta de los adultos o de algunos niños. Igual hay una alta probabilidad de que repitan las conductas de intolerancia y traten a sus compañeros o amigos de la misma forma que sus papás los tratan a ellos. Los niños son el reflejo de lo que viven en casa.” Psic. Paulina Márquez Castillo

Cuando los niños tienen tres años podemos enseñarles más formalmente sobre las emociones, también podemos aprovechar la adquisición del lenguaje para enseñarles a decir con palabras lo que sienten. 1 Será muy importante ayudarles a poner en palabras sus emociones, podemos decir “eso que sientes se llama enojo”, “estás triste verdad”, a esto se le llama VALIDAR, y que nuestros hijos se sientan comprendidos los ayuda a calmarse. 2 Podemos enseñar con lenguaje sencillo cómo respirar, por ejemplo podemos practicar (antes, durante y después del desborde emocional) “llenamos de aire, soltamos el aire”. Lic. Fernanda Andrade

“Las rutinas visuales son un gran aliado durante la primera infancia especialmente alrededor de los 3 años de edad, pues les aporta estructura y seguridad al saber que esperar de su día. El anticiparnos con estas rutinas disminuye además “”luchas de poder”” las cuales suelen potencializarse a esta edad.” Lic. Karina Villarruel Rosales