“Comienzan los berrinches como conducta de desregulación emocional por nula tolerancia a la frustración. Es importante que los papás no se enganchen en las conductas desreguladas, pegar no es la mejor herramienta a pesar de que en la infancia del padre haya sido lo más común, lo recomendable es ser firme con los pequeños, no ceder a las exigencias del niño solo para regularlo, ya que podría ser la solución de momento, pero estaríamos reforzando los berrinches como solución para obtener su objetivo. En esta edad los pequeños comienzan a explorar su mundo. Lo recomendable es permitir que interactúe con su alrededor, se vale que se ensucie, que se caiga y se divierta. Como papá tenemos que propiciar un entorno seguro para propiciar una exploración exitosa con mucho aprendizaje” Psic. Paulina Márquez Castillo
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“Cuando los niños cumplen dos años ingresan a una etapa, que ahora se conoce, como la ‘primera adolescencia’. En este período, los berrinches, gritos y llanto se convierten en las principales respuestas de tu bebé y depende de nosotros guiarlos y poner límites.” Psic. Alejandra Zertuche Rodríguez
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“Recordemos que los dos años es una de las etapas más retadoras porque los desbordes emocionales se presentan con mucha frecuencia e intensidad, esto entre otras cosas tiene que ver con el desarrollo cerebral y de lenguaje, pero ¿qué podemos hacer? 1 Como papás nos toca conocer a nuestros hijos para entender los desbordes (por ejemplo, que no gritan por hacernos pasar un mal rato sino porque están cansados o no saben expresar sus emociones) y también este conocimiento nos servirá para prevenir los desbordes (por ejemplo cuando veamos que nuestros hijos comienzan a frustrarse les ofrecemos otra actividad, evitamos sus detonadores). 2 Seguiremos (y durante muchos años) modelando la calma que queremos ver en ellos, manteniendo un tono de voz tranquilo, cuidando nuestro lenguaje no verbal y respirando. Si hacemos esto es más probable que nuestros hijos puedan hacerlo después ellos mismos.” Lic. Fernanda Andrade

“A través de la crianza respetuosa, se busca criar a los niños de manera amorosa, teniendo en cuenta y comprendiendo las diferentes etapas de desarrollo en las que se encuentran. El enfoque se centra en priorizar el bienestar emocional de los niños a largo plazo.
La crianza respetuosa ofrece una oportunidad única para establecer vínculos fuertes y amorosos con nuestros hijos, promoviendo su crecimiento y desarrollo de una manera positiva. Al practicarla, les brindamos las herramientas necesarias para convertirse en adultos seguros, empáticos y responsables. ¡Descubre el poder transformador de la crianza respetuosa y comienza a crear un hogar lleno de amor, respeto y armonía familiar!” Psic. Angela Cecilia Alcala Villanueva