En esta etapa de crecimiento del niño sigue siendo muy importante conocer sus necesidades nutricionales, así como el aporte calórico que necesita. En edad de creer y dar un estirón tras otro, no es de extrañar que en ocasiones muestre un hambre voraz. Por eso es importante seguir con las cinco comidas al día no muy copiosas y sí saludables, equilibradas y ricas en vitaminas y minerales.
Su función como padre es ofrecer alimentos con valor nutricional en un entorno sereno y en horarios habituales. El trabajo de su niño es decidir si tiene o no hambre y cuánta cantidad debe consumir de los alimentos que le ofrecen.

Artículo Alimentación y nutrición: de 4-5 años de edad